Clase Pública en defensa de la
Educación
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l verbo defender se sabe, implica proteger algo que se nos
quiere quitar, y para ello utilizamos todas las formas posibles que estén a
nuestro alcance para lograrlo. Esa manifestación propia de los seres vivos es
innata.
¿Y qué implica defender la educación en los seres racionales?
No caben dudas que ello no es otra cosa que resguardar el bien más preciado al
que puede pretender alcanzar el ser humano: Ser Libre.
Entonces el título de la nota debería ser “Clase Pública en
defensa de la Libertad”, pero no todos los entienden. Es como pretender
defender los ojos, algo lógico y que recién se dan cuenta cuando los pierden,
que también se quedan sin la posibilidad de ver. No tengo dudas.
El miércoles 29 de agosto en horas de la tarde se llevó a
cabo en la explanada de la Facultad de Humanidades de la Universidad de
Catamarca, una clase pública organizada por Letras y en sintonía con el plan de
lucha que desde hace 4 semanas vienen llevando a cabo todas las Universidades
del país. Por salarios dignos, mayor presupuesto y en alerta máxima por las
políticas de desfinanciamiento en Educación que llevan adelante el actual gobierno nacional, de
claro posicionamiento neoliberal.
Cubrir la nota me trajo viejos recuerdos, cuando en la década
del 90 padecíamos los mismos males. Pésimos salarios, desmantelamiento de
laboratorios, la ciencia herida de muerte, cierre de cátedras y un sinfín de
etc.
Al mezclarme en la multitud para participar del evento e
indagar para producir la nota, el mate de mano en mano, el morral cruzado
repleto de apuntes, las consignas en afiches con marcadores de colores, las
banderas y los volantes de los estudiantes para llevar una posición que no
cambio con el tiempo, la batucada y hasta el equipo de sonido de dudosa
calidad, me carcomían la cabeza. Si hasta el patrullero a la distancia forman
parte del paisaje. Será un Dejavú?. Penosamente parecido, no igual.
Los poemas leídos, la
historia de luchas por mejoras en la educación, el manifiesto de 1918 me
tranquilizan, porque los antídotos para este atropello se activaron y están
presente en cada manifestante. Pero también sentí, como aquella vez, al pasar
por la Facultad de Tecnología mucha abstracción de lo que pasa, cuando los
estudiantes ni se enteraron que a pocos metros algunos le ponen el cuerpo y el
alma a lo que sin dudas también los afectarán. Tan real como la lucha.
Y mientras corría para terminar la nota, se me vino a la
memoria aquella canción de Pastoral que dice “….me hace mal la realidad, de
saber que el perro es perro y nada más…”
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